Todos los días oímos algo acerca de la corrupción que hay, del paro, de los desahucios irresponsables, de las barbaridades que se están haciendo en este planeta, así como esas pateras que naufragan con seres humanos que huyen de la miseria supina que les envuelve, etc. etc.

Los ciudadanos, desde su cordura, manifiestan su descontento al observar el comportamiento de otros. Se reúnen en las calles con marchas inacabables casi a diario. Otros más silenciosos opinan de igual manera. Sufren calladamente todos los acontecimientos que la dichosa “crisis” ha provocado, a pesar de saber que esto no es de ahora, sino que ha sido una cultura manifiesta desde hace tantos años que ya ni se acuerdan.

Ante todo, vamos a tener calma. No debemos desesperar, ni tampoco permanecer pasivos. Yo deseo que conservemos esa sensatez que, sin duda, tiene todo ciudadano con el apelativo de “normal”. O ¿es que no vamos a poder soportar tantos desmanes? ¿No sabíamos todos algo acerca de cómo se hacían las cosas desde hacía muchos años? Debemos ponerle buena cara al momento, salir de él como se pueda y, cuando llegue el turno de elegir un candidato y sus listas, entonces es cuando deberíamos castigarlos debidamente.

De cualquier manera, se me ocurre que podríamos todos hacer hincapié en los métodos de enseñanza primaria y secundaria, en donde se incluyera alguna asignatura orientada a cambiar las mentes “ventajistas” del ciudadano español y, desde pequeños, tendríamos unos futuros ciudadanos conscientes de que el “jugador de ventaja” no es ético ni formal. Que el concepto de sujeto “ganador” no es lo que hasta ahora ha sido, sino que el ganar no siempre es sano y, sobre todo, de la forma en que se gana.

Aurora Lozano

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