En la escalera de Santa María del Monte de Caltagirone 

VIAJE A SICILIA

Nos encontramos de madrugada el 7 de Abril de 2013 a las puertas del Hotel Colon los 43 entusiastas viajeros que nos habíamos apuntado al viaje a Sicilia, deseosos de comprobar si las maravillas que nos han hablado respecto a la isla se correspondían con la realidad.

Tras el vuelo programado, llegamos a Palermo antes de la hora de comer (es lo bueno que tiene levantarse temprano), y a pesar del cansancio no dejó de causarnos una primera impresión desfavorable la cantidad de basura existente y el caos circulatorio reinante; menos mal que nuestro contacto con la pasta italiana en el restaurante Pepino resultó reparador.

La visita a la catedral de Monreale por la mañana del día siguiente y a la capilla Palatina por la tarde, con sus maravillosos mosaicos nos hicieron ver que no estábamos equivocados con el viaje.

El día 9, será siempre inolvidable para todos nosotros especialmente por dos momentos: el primero fue el vivido al atardecer en el Centro Arqueológico de Selinonte donde sentimos la presencia real y cercana de los dioses griegos, y el segundo (que me atrevería a decir fue el más emocionante), el recorrido nocturno por los templos iluminados de Agrigento, con su incomparable templo de la Concordia como faro.

Con rapidez fueron pasando los días y seguimos viendo maravillas como la Villa Imperial Romana de Casale, la ciudad de Siracusa donde vivió y murió Arquímedes, llegando a ser la ciudad más poblada de su tiempo y donde se encuentra el teatro griego más grande del mundo, así como la famosa “oreja de Dionisio”.

En Catania nos recibió el Etna nevado y en erupción, viéndose salir la lava por la noche desde la misma ciudad. El espectáculo  fue único y al día siguiente hicimos la visita completa con subida al teleférico incluida. En verdad, el hecho de escuchar los rugidos del volcán y ver las fumarolas que salían del interior de la tierra es algo que no se puede explicar con palabras. Otro momento más que jamás olvidaremos. Tan emocionados estábamos que programamos una excursión nocturna para ver salir la lava, pero con tan mala suerte que el Etna se cansó repentinamente de la erupción y apenas pudimos ver hilillos de materia candente.

Siguieron pasando  los días y haciendo visitas a Taormina (la antigua Naxos en la costa este de la isla y la más turística de toda la isla), Catania (la segunda ciudad más grande de Sicilia), Mesina (junto al estrecho que lleva su nombre), Caltagirone (de fama mundial por su producción artesanal de cerámica) ….

… y llegó el 14 de Abril, día del final del viaje que, como diría Mouriño fue de 12 sobre 10, pero no quisiera despedirme sin copiar los versos del poeta Renzino Barberá, de Caltagirone:

                                   … el sexto día,

                                   Dios cumplió su obra

                                   y feliz de haber creado

                                   tanta belleza,

                                   tomó la tierra entre sus manos

                                   y la besó.

                                   Allí, donde Él posó sus labios,

                                   está Sicilia.

                                                                                                          Francisco Montero

- - -