Eran las nueve y media de la mañana, cuando salimos de las puertas del Hotel Colón el grupo de 38 socios de AMBE (habían causado baja 2 socios a última hora) con dirección a Villarejo de Salvanés, un pueblecito de la provincia de Madrid, a sólo cincuenta kilómetros de la capital, en plena comarca de Las Vegas y en el límite de las provincias de Toledo y Cuenca.

Villarejo de Salvanés tiene una dilatada e importante historia y cuenta con un rico patrimonio histórico-arqueológico. A través de sus monumentos refleja el esplendor de la que fue CABEZA DE LA ENCOMIENDA MAYOR DE CASTILLA DE LA ORDEN MILITAR DE SANTIAGO. Y donde encontramos los principales Hitos de la Historia de España, desde la Edad Media hasta la actualidad.

Llegados al pueblo, nos recibió la Srta. Que nos haría de guía hasta dejarnos en el establecimiento donde teníamos concertada una degustación de productos de la tierra, a la que después nos referiremos. Lo primero en visitar fue la Torre del Homenaje que es considerado el torreón más importante de la Comunidad de Madrid. Es del Siglo XV, está compuesto por ocho torreones agrupados y consta de cuatro plantas. Es parte de un castillo que fue sede del Tribunal Especial de las Órdenes Militares, protagonista de relevantes hechos de la Historia.

Seguidamente, nos trasladamos y visitamos la Casa d Tercia, del Siglo XVI. Fue residencia del Comendador Mayor de Castilla y en ella se guardaba la tercia parte de los tributos recibidos por el Comendador. El edificio daba servicio como casa de familia, granero y bodega. Allí, aparte de ver las tinajas y los aperos expuestos, se nos mostró un video con la historia de esta población.

Visitamos a continuación el Convento de Nuestra Señora de la Victoria de Lepanto, del Siglo XVI, levantado en conmemoración de la victoria sobre las tropas turcas en la Batalla de Lepanto en 1571. Luis de Requeséns, Comendador Mayor de Castilla y Lugarteniente de Don Juan de Austria en Lepanto, prometió que si las fuerzas cristianas obtenían la victoria, construiría un templo a la Virgen en agradecimiento, cumpliendo su promesa en este Santuario.

Habíamos previsto una degustación de productos de la tierra, aceite, vinos, quesos, pastas, etc. Nos dirigimos a un establecimiento de la localidad, en el que nos obsequiaron con estos productos a la vez que, como era lógico, nos ofrecían poder adquirirlos.

Después de un rato de convivencia y aperitivo, ya nos dirigimos al restaurante Juan de Austria, donde en un comedor reservado, repusimos fuerzas después de haber recorrido el pueblo y admirado la Iglesia de San Andrés, que no habíamos podido visitar por encontrarse en obras.

Tras la comida, un tiempo libre para pasear, adquirir productos o dedicarlo a juegos, hasta las seis y media en que, de nuevo al autocar para regresar a Madrid.

Pedro López Jordán