Al celebrarse este año el V Centenario de Santa Teresa, el anuncio del viaje despertó un gran interés, con 102 inscripciones. Ello obligó a hacer dos viajes, uno el 12 de mayo y otro el 26 del mismo mes. Así que, tanto en un caso como en otro, la salida de Madrid fue a las 08:30 de la mañana, para llegar a Ávila cerca de las 11:00, debido al enorme tráfico encontrado.

En el Centro de Recepción de Visitantes esperaban los guías para iniciar la visita: Puerta de San Vicente, Palacio de los Velasco, Plaza del Mercado Chico, hasta llegar al Convento de Santa Teresa, fundado en 1636 sobre la que fuera su casa natal.

Finalizada la visita, salimos por la Puerta del Rastro, para continuar el recorrido a pie, por el Paseo del Rastro hasta llegar a la Catedral, considerada como el primer templo de estilo gótico construido en la Península. En su interior tuvimos la oportunidad de contemplar el soberbio panteón renacentista en alabastro, que guarda los restos del obispo abulense “El Tostado”.

Nuevamente en el exterior, nos encaminamos hacia el restaurante Tres Siglos, donde entre otras viandas pudimos degustar las célebres y exquisitas “patatas revolconas con torreznos”.

Como la comida había sido abundante, era necesario ayudar a la digestión, así que, de nuevo a pie, nos dirigimos al Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, primera etapa de la Exposición “Las Edades del Hombre”, cuya visita teníamos reservada, para seguir dando un buen paseo a la Capilla de Mosén Rubí y finalizar en la Iglesia de San Juan, quizá la más interesante.

Acabada la visita, tuvimos un tiempo libre, que algunos aprovecharon para comprar las célebres “yemas”, o tomar una cerveza, en las terrazas de la Plaza de Santa Teresa, lugar en el que nos reunimos a las siete de la tarde para dirigirnos al Centro de Recepción de Visitantes, donde nos esperaba nuestro autocar para regresar a Madrid.