Reportaje fotográfico realizado por nuestro socio

Francisco Montero

Reseña del viaje realizada por nuestra socia

María Teresa Lauzurica

VIAJE A MERIDA Y ANDALUCIA OCCIDENTAL

Del 31 de mayo al 7 de junio de 2024

Día 31 de mayo. Madrid, Mérida, Aracena

            Partimos a nuestro viaje a las 8 horas desde el hotel Colón. Parada en el área de servicio de las Cerrillas en Navalmoral de la Mata y llegamos a Mérida a las 12,30h. En el camino Rafael nos amenizó el viaje con comentarios sobre Talavera, la central de Almaraz, el embalse de Villacañas con su isla de 185 villas y Trujillo.

            En Mérida recogimos a la guía e hicimos un recorrido panorámico de esta ciudad que en el año 15 A.C. fué capital de la Lusitania y en 1993 fué declarada Patrimonio de la Humanidad. Pasamos por el circo romano, la ermita de la Antigua, el río Albarrega, la iglesia de Santa Eulalia (patrona de Mérida) que tiene delante el Templo de Marte donde se están relizando excavaciones, el acueducto de los Milagros, donde comienza la Vía de la Plata, el puente antiguo de ferrocarril en activo mas largo de España, el parque, el puente de Lusitania hecho por Calatrava y el antiguo puente romano de Mérida con sus 73 arcos de medio punto. Aquí el río Guadiana forma numerosas islas pobladas por más de 15 tipos de aves distintas haciendo a la zona espectacular.

            Y acabamos en el Alfiteatro y Teatro romanos que recorrimos a pie con una magnifica  explicación de la guía. Siempre es un lujo volver a pisar estos dos monumentos milenarios, cuando además se cumplen 70 años del Festival de Teatro Clásico de Mérida. Nos fuimos a comer al restaurante “Las Siete Sillas” situado dentro del recinto del Teatro.

            Y seguimos viaje hasta Aracena. Al llegar paramos en la estación de autobuses donde nos esperaba el trenecito turístico que nos subió con el equipaje al  Hotel “el Convento de Aracena”, que a todos, dadas las cuestas existentes y la imposibilidad de subir el autobús, nos pareció una magnífica idea. Este hotel está en la parte alta de la ciudad cerca del Castillo y está muy cuidado con su claustro y varios patios llenos de árboles y plantas. Desde su terraza alta, junto a la espadaña del convento, se contempla toda la ciudad y la zona de la piscina. Hubo tiempo libre, antes y después de la cena que hicimos en el propio hotel. Todo muy agradable.

            Día 1 de Junio. Aracena, Riotinto y Huelva.

            A las 9,30h estabamos todos con las maletas en el trenecillo para bajar a la estación de autobuses, dejar las maletas en el autocar y seguir la visita de la ciudad en el trenecillo. Primero fuímos a la parte baja de Aracena, la más turística, comenzando por la plaza de San Pedro con el monumento a las Aguadoras en el centro y a su lado los lavaderos. Recorrimos la calle principal con el Ayuntamiento y muchas casa señoriales y bordeando la ladera del castillo llegamos de nuevo al hotel y de allí  y por la plaza Alta, donde está la majestuosa iglesia de la Asunción, llegamos al castillo. La entrada del recinto totalmente amurallado se realiza a través del  arco de un campanario.

Recorrimos la zona de la muralla que tiene unas magníficas vistas del Parque Natural de la Sierra de Aracena y Picos de Aroche y del conjunto Histórico de Aracena. Visitamos la iglesia gótica, amplia y hermosa, con la patrona Nuestra Señora del Mayor Dolor y posteriormente la torre mudejar. De nuevo en el trenecito retornamos a la parte baja para ver la plaza Mayor o del Pilar y el casino de Arias Montano, los dos obra de Anibal González que tambien hizo la Plaza de España de Sevilla.

De allí nos fuimos a la Cueva de las Maravillas. Nos avisaron de muchas escaleras y suelos resbaladizos que desanimaron a algunos compañeros a entrar. No se pude describir, ¡hay que verla¡, pero efectivamente es maravillosa. A la salida pasamos por una de las múltiples tiendas de embutidos donde nos invitaron a vino de naranja, queso y salchichón animándonos a comprar sus productos.

            Hacia las 12,30h subimos al autobús camino de Riotinto para subirnos al tren minero que salía a las 13,30h, al vagón 5 que era sólo para nosotros. Con este tren recorrimos la cuenca del río Tinto con sus aguas rojas por los compuestos de hierro y sus orillas con depósitos de variados colores con predominio del verde y amarillo por su contenido en sales de cobre y azufre. La cuenca minera está formada en su mayor parte por esquistos, escorias de fundición, cenizas y restos de minerales piríticos. Parece un paisaje marciano. Las zonas altas están cubiertas de pinos repoblados. Nos bajamos en la estación de los Frailes, acercándonos a las orillas del río y una vez que  invirtieron el sentido de la máquina, volvimos por la misma vía a Riotinto.

            Y de nuevo a comer. Lo hicimos en Nerva en el restaurante “Casino de Nerva” donde comimos hasta la saciedad todo tipo de magníficos embutidos. Y de allí de nuevo al autobús y a Huelva. Nos alojamos en el hotel “NH Huelva” y allí muchos aprovechamos para ver la final de la Champion en la que el Madrid ganó al Bayer por 2-0 en un emocionante partido.

Día 2 de junio.Huelva, la Rábida y Cádiz

            Nada más desayunar nos esperaba el guía Carlos para hacer un paseo por Huelva. Empezamos por la plaza del Punto donde está la Casa de Colón, que fué construido como hotel por los ingleses para celebrar el IV centenario del descubrimiento de América,  y el monumento de la Blanca Paloma, de allí salimos por la calle Berdigón, peatonal y con sombrillas, que tiene varias casa modernistas y nos encaminamos al Gran Teatro recorriendo calles del centro antiguo, y desde la calle del Puerto, donde está el palacio de Antonio Mora Claros, nos dirigimos a la calle Concepción para ver la Iglesia del mismo nombre, que destaca por ser la primera en  España con esa advocación y por los muchos pasos procesionales de Semana Santa que contiene.

            En la plaza de las Monjas está el monumento a Cristobal Colón, el Banco de España (futuro museo arqueológico), el esperado convento de las Monjas y la trasera del palacio de Medinaceli. Desde allí por la calle Martín Alonso Pizón donde está el Ayuntamiento volvimos al autobús para ir a visitar  la Catedral de la Merced, que fué un antiguo convento mercenario del siglo XVI muy renovado. En ella hay que destacar la famosa imagen del Santísimo Cristo de Jerusalen y Buen Viaje, la Inmaculada del altar mayor obra de Martínez Montañes y la capilla de Nuestra Señora de la Merced.

            De nuevo en el autobús nos dirigimos al Santuario Diocesano de Nuestra Señora de la Cinta.

Es un conjunto cuya visita se inicia en la Plaza Mirador con la Cruz de los Angeles que es la antesala del templo, el claustro donde hicimos un descanso y desde donde se contempla la fachada del Santuario con su espadaña y el atrio que conserva las tres puertas de la ermita original.   Visitamos en primer lugar el Tesoro, con varias salitas donde se exponen ofrendas, ajuar litúrgico y joyas, y pasamos por los jardines, y de ahí al interior del Santuario. En el Retablo Mayor está la primitiva pintura al fresco que presenta a la Virgen sentada en un banco, con el niño en el lado derecho y con una cinta grande en la mano izquierda. Junto a esta pintura está la imagen de la Virgen Chiquita que es la que se procesiona.

            Camino del Muelle de la Compañia Rio Tinto, por donde se exportaba la pirita cuprifera, pasamos por el barrio Reina Victoria de casitas inglesas. El paseo por el muelle fué delicioso.

            A continuación en el autobús nos dirigimos al Monasterio de la Rábida, lugar donde llegó Colón en 1485 y que es uno de los lugares colombinos, y antes de su visita fuimos a almorzar a la Hostería donde degustamos las famosas gambas de Huelva. El Monasterio lo visitamos por completo: Frescos de Vazquez Diaz de 1930, claustros de la  flores y mudejar, iglesia conventual con un artesonado destacable, Cristo del altar mayor del siglo XIV y la capilla de la Virgen de los Milagros con la “ráfaga” con los escudos de todos los paises hispanoamericanos. A la salida nos hicimos la foto del grupo junto a la Columna de los Descubridores, y nos encaminamos al autobús. Por el camino a Cádiz observamos dos hechos curiosos, uno que en cada torreta eléctrica habia hasta tres nidos de cigueñas, durante muchos kilómetros, y que fuimos rodeados de campos de girasoles con unas flores espectaculares. Y hacia las 21h llegamos a Cádiz al hotel “Occidental Barceló”, con cena de buffet y a dormir.

            Día 3 de junio. Cádiz

            Salimos en el autobús a las 9,45h hasta la plaza de Sevilla para recoger a la guia Dori y comenzar la visita panorámica. Fuimos rodeando el centro histórico, inaccesible para el autobús, comenzando por el puerto comercial y llegando a Puerta Tierra, resto de la muralla que separa el centro histórico del istmo y el resto de la ciudad. Y continuamos rodeando el centro histórico con sus dos catedrales, la Nueva y la Vieja, el baluarte de San Sebastián y el fuerte de Santa Catalina que bordean la playa de la Caleta que es la playa de Cadiz, finalizando la visita panorámica, pasando de nuevo por  Puerta de Tierra, para acabar en la plaza de Sevilla. En Cádiz hay otras tres playas, Santa María del Mar, Victoria y Cortadura.

            Y andando recorremos la plaza de San Juan de Dios con la iglesia del mismo nombre y el Ayuntamiento. Por el Arco del Pópulo pasamos al barrio medieval (no queda nada del barrio musulmán) y vimos la Casa del Almirante de finales del siglo XVI, con el escudo de la familia Barrios y actualmente comprada por Eurostart para hotel. Salimos del barrio por el Arco de Rosas para llegar a la plaza de la Catedral Nueva, que entramos a visitar. En el altar baldaquino y en la girola se encuentran los santos patrones San Germán y San Gervasio, esculpidos por la Roldana. Lo mas espectacular de la catedral es la Cripta, muy amplia con una bóveda casi plana y sin ningún soporte, y donde se encuentran las tumbas de Pemán y Falla y una estatua de la patrona de Cádiz la Virgen del Rosario. El día anterior se había celebrado el Corpus y estaba expuesta la Custodia     realizada por Arce en el siglo XVI. Como curiosidad vimos que en la Catedral que está construida en piedra caliza sus techos desprenden cascarillas por lo que están cubiertos con mallas elásticas.

            Salimos de la Catedral y callejeando por el centro llegamos al Oratorio de la Santa Cueva obra cumbre del neoclasicismo gaditano, con sus dos capillas, muy distintas entre si, la penitencial y la eucarística. La primera, toda de blanco y solo con el Calvario y la segunda es ovalada y destaca por la riqueza de los materiales y su decoración pictórica y escultórica, conteniendo tres cuadros de Goya. Para este Oratorio se encargó al famoso compositor austriaco Hoseph Haydn una obra musical que se repite desde su estreno en 1783 todos los Viernes Santos.

            Después de un descanso en la plaza de San Francisco, sitio adecuado por estar lleno de cervecerias, seguimos callejeando hasta llegar al Oratorio de San Felipe Neri con su fachada llena de placas dedicadas a los diputados “doseañistas” con motivo del centenario en 1912 de la proclamación de la Constitución de 1812. El Oratorio tiene planta eliptica, alrededor del cual hay siete capillas rectangulares ricamente decoradas. Destaca el retablo mayor de estilo rococó presidido por un lienzo que representa la Inmaculada Concepción obra de Bartolomé Esteban Murillo.  En el edificio contiguo al Oratorio se ubica el Centro de Interpretacioón de la Constitución de 1812 donde se realizan actos en relación con la misma.

            De camino al Parador de Turismo, donde fué la comida, paramos en la plaza Fragela donde está situado el Gran Teatro Falla inaugurado en 1910, neomudejar y santuario del famoso Carnaval de Cádiz. En el Parador, muy moderno y a la orilla del mar, la comida resultó muy agradable, con larga sobremesa. El resto del día lo tuvimos libre.

Día 4 de junio. Cádiz, Jerez de la Frontera, Cádiz.

            Salida a las 8.30 camino de Jerez. Al llegar paramos en el conjunto del Alcazar recorriendo sus jadines exteriores y desde donde se ven las cúpulas de la Catedral y la veleta de las bodegas Gonzalez Byass que posteriormente vamos a visitar. Bajamos y nos encontramos con la puerta  barroca lateral de la Catedral, la escultura de Juan Pablo II que elevó la Colegiata a Catedral, y la  torre campanario exenta. Visitamos la Catedral entrando por la fachada principal y de su interior podemos destacar las vidrieras, el Cristo de la Viga, la pintura de laVirgen Niña de Zurbarán, la Custodia, el belén napolitano y el hermoso patio.

            Desde allí nos fuimos a  la plaza de la Asunción, con la columna de su mismo nombre, donde se encuentra la Iglesia de San Dionisio y el antiguo Cabildo que hoy es el edificio del Ayuntamiento. Callejeando llegamos a la plaza del Arenal, muy amplia y presidida por la estatua ecuestre de Primo de Ribera y a la calle Pescadería Vieja que tiene restos de murallas y estaba llena de plantas y flores, con presencia de numerosas terrazas. Subimos a continuación al Alcazar para coger el autobús y dirigirnos a la Fundación Real Escuela Andaluza de Arte Ecuestre donde presenciamos el espectáculo ecuestre “Así bailan los caballos”. El recinto se compone de varios edifícios, como el palacio del Duque de Abrantes y unos jardines muy cuidados. En la amplia sala de exibición para más de 1600 personas, y con entradas numeradas, contemplamos un bonito espectaculo que duro 1,5h, y que mostró la magnífica doma de estos preciosos caballos.  Se presentaron números muy variados con caballos con distintos tipo de paso, al trote y al galope, llevados de la mano para hacer cabriolas y saltos suspendidos, y luego un pase de distintos tipos de carros con dos y cuatro caballos. Todo precioso.

            Acabado el espectáculo nos dirigimos a las Bodegas González Byass para dar primero un paseo con un trenecillo por los viñedos y exterior de  los edificios y luego visitar distintas instalaciones tales como las bodegas de la Concha construida  por Eifell en 1862, la Cuadrada, de los Apóstoles y acabar en la bodega de Tío Pepe donde nos dieron una amplia degustación de vinos y una comida fantástica, la mejor hasta ese dia.Y de aquí, muy animados por los vinos, fuimos de vuelta a Cádiz donde tuvimos la tarde libre.

            Día 5 de junio. Cádiz, Vejer de la Frontera, Arcos de la Frontera, Sevilla.

            Salida con maletas a las 9,10 h. Vejer de la Frontera es un pueblo amurallado, todo blanco, con cuatro puertas y tres  torres. Nos dejó el autobús en la parte baja del pueblo y andando subimos hasta la Corredera que es la calle  que rodea por fuera la muralla. Entramos por la puerta de Sancho IV y vamos al mirador sobre la plaza de España con la fuente y los bancos de azulejos. Callejeando pasamos por las puertas del Arco y Puerta Cerrada para salir al mirador de la Cobijada desde el que se ve el “pueblo nuevo” también blanco. La estatua de la Cobijada lleva un traje muy peculiar, negro y con el que está practicamente tapada en su totalidad. Es el cobijo, prenda con raices castellanas.

            Entrando de nuevo a la zona amurallada, a la judería y en el Arquillo de las Monjas nos hicimos la correspondiente fotografía del grupo.Vimos por fuera la iglesia del Divino Salvador y en su fachada contemplamos el mosaico de la Virgen de la Oliva y salimos del recinto por la puerta de la Segur. La guía Dori se despide aquí, y nosotros seguimos rumbo a Arcos de la Frontera.

            El centro histórico de Arcos está en lo alto de  la colina, con unas calles muy empinadas, por lo que la previsión de utilizar un trenecito para subir fué muy celebrada. En él llegamos hasta la plaza del Cabildo donde está el castillo del Duque de Arcos que es de propiedad particular, el Parador que fué vivienda del corregidor y la basílica de Santa María de la Asunción que entramos a visitar. En esta última hay que destacar el gran retablo protobarroco que preside la iglesia, la capilla de la Virgen de las Nieves  patrona de Arcos y el órgano, uno de los mejores de Andalucía, y especialmente las pinturas murales góticas al fresco que se recuperaron detrás del retablo. En la sacristia hay una pintura de Alonso Cano de la Virgen de Belen y un curioso confesionario para sordomudos. Cerrando la plaza hay un mirador sobre el corte de la montaña y a sus pies el río Guadalete  pero estaba cerrado por obras aunque pudimos contemplar las vistas desde el Parador.

            Después de visitar la iglesia hicimos un recorrido por la parte alta del pueblo hasta la iglesia de San Pedro y el palacio del Mayorazgo y volvimos al Parador de Turismo desde donde nos asomamos a la terraza y contemplamos las vistas sobre de las montañas y el río  Guadalete. Después en el propio Parador tuvimos una comida muy agradable  y de vuelta al autobús. Algunos, los más arriesgados, bajaron andando y el resto en taxi.

            Y camino de Sevilla, donde nos alojamos en el hotel Hesperia, con tarde libre y con piscina que algunos supieron aprovechar...

Día 6 de junio. Sevilla

            Salimos del hotel a las 8,45, ya con guía, camino de los Reales Alcázares, atravesamos los Jardines de Murillo para entrar por el Callejón del Agua al barrio de Santa Cruz y alcanzar el Patio de Banderas, hoy público y antes perteneciente a los Reales Alcázares. Entramos por la puerta del León y recorrimos todas las dependencias de la planta baja, incluidos patios y jardines. En especial dedicamos bastante tiempo al espectacular Palacio Mudejar o de Pedro I, con el patio de las Doncellas, alcoba Real, Salón de Embajadores, sala del Príncipe, etc. Este palacio fue realizado por los mismos artesanos que hicieron la Alhambra, Después de esta maravilla salimos a través de diversos jardines y visitamos el Palacio Gótico de de Alfonso XI con su sala de las Bóvedas donde se celebró la  boda de la infanta Elena y la capilla de la Virgen de la Antigua.

            Desde allí nos dirigimos a la Catedral entrando al Patio de Naranjos por la puerta del Lagarto. Aquí estaba la mezquita. Cuando en 1363 se produce el terremoto de Lisboa se decide hacer la Catedral, “una obra tal que nos tomen por locos” y como resultado en 1401 se iniciaron las obras de la catedral gótica mas grande del mundo y la tercera de toda la cristiandad.

            Iniciamos la visita sentándonos frente al  Altar Mayor contemplando esa maravilla y luego recorrimos toda la Catedral: coro y órgano, el Altar de Plata, el trascoro, haciendo una parada para

contemplar la tumba de Hernando Colón y continuando por la capilla de la Antigua. La tumba de Cristobal Colón mantiene sus restos en un arca elevada ya que no quería ser “enterrado” en España.

Seguimos visitando la sacristía, ovalada y renacimiento puro, y luego el Cabildo (Sala Capitular) presidida por el cuadro de la Inmaculada de Juan Bautista Vázquez el Viejo.

            Salimos de la Catedral por la puerta del Perdón y con una breve parada nos dirigimos al restaurante Corral del Agua, en el propio barrio de Santa Cruz donde surgió un problemilla ya que se despistaron con la reserva que se había hecho. Pero comimos...

            Hacía mucho calor por lo que algunos de los compañeros optaron por volver al hotel y el resto nos fuimos a recorrer el barrio de Santa Cruz, para salir de nuevo al patio de Banderas. Completamos el recorrido, con el abanico en la mano, hasta la plaza de Santa Marta recoleta y silenciosa, en busca de la Sevilla romana. Encontramos las columnas de Adriano, de las que quedan aquí tres, ya que de las seis que había una se rompió y dos estan en la Alameda de Hercules. Seguimos la marcha y pasando por la calle del Aire, donde están los Baños del Aire y por la casa de Jesús Cernuda, así como por una placita donde estaban tres cruces en sus respectivas columnas que pertenecieron al convento de San Francisco que ocupaba todo lo que hoy es la plaza Nueva junto al Ayuntamiento.

            Y llegamos a lo que era el motivo principal de nuestro paseo: La iglesia de Santa María la Blanca con la Virgen de las Nieves en el altar mayor, y sus techos y paredes, decorados en blanco y oro que son una apoteosis del barroco. En un parking cercano, esperando nuestro autobús, con nuestro amable y magnífico conductor, vimos un rincon donde se conserva una pequeña necrópolis judía. Y de alli al hotel y tiempo libre que algunos aprovechamos para conocer sus alrededores y buscar un sitio agradable para cenar.

            Día 7 de junio. Sevilla, Madrid.

            Después de desayunar dejamos nuestras maletas en el autocar y nos dirigimos en él al barrio de Triana. Por el camino nos fueron explicando lo lugares por donde pasábamos, atravesamos el puente de Triana o del Cachorro sobre el Guadalquivir y nos dirigimos a la Basílica Menor del Cristo de la Expiación (el Cachorro), que en realidad son dos, una presidida por la imagen del Cachorro y la otra, muy engalanada, por la Virgen del Patrocinio. Seguimos en el autobús para ver la Esperanza de Triana y en el altar de la capilla de los Marineros se encuentra la Virgen sobre una peana de plata, vestido blanco bordado, mantón y gran corona estrellada, a su izquierda el Cristo de las Tres Caídas. Seguimos en Triana con la visita a la iglesia de santa Ana y un descanso para tomar café.

            Pasando por el puente de San Telmo llegamos a la Torre del Oro. Allí nos despedimos del autobús y de Joaquín que nos había llevado toda la semana con una gran profesionalidad y sobre todo amabilidad y simpatía, por lo que todos siempre lo consideramos el conductor ideal.

            Junto a la Torre del Oro nos esperaban ocho coches de caballos para llevarnos a la Macarena. El paseo fue estupendo, la temperatura había bajado 10 a 12 ºC respecto al día anterior y nos hicieron un recorrido espectacular: Parque de María Luisa y plaza de España, Tabacalera, avenida del Cid, Ronda de Capuchinos, murallas y finalizó en la Macarena. Entramos en la Basílica  cuya capilla preside la Virgen dentro de un arco de plata y dorado, muy engalanada. Delante del altar la imágen del Cristo de la Sentencia.

            Al salir, ya andando por la calle de San Luis, pasamos por el conjunto monumental de San Luis de los Franceses, plazas de San Marcos y Terceros, y llegamos a la plaza Padre Jerónimo de Córdoba donde en su número 11 está el restaurante la Quinta donde teniamos la comida de despedida, que resulto espléndida. Como además era el cumpleaños de dos compañeros lo celebramos con gran alegría.

            Al finalizar la sobremesa nos dirigimos a la estación, ligeros de equipaje, para coger el AVE a Madrid a las 18,05h. Llegamos con bien a Madrid donde nos esperaba Joaquín, y en el autocar nos acercó al hotel Colón.

            Y esto fué casi todo, volvimos encantados por la organización del viaje, y con la cabeza llena de imágenes, historias, leyendas, comentarios y las muchas canciones que jalonaron el viaje.